
En la final se repitió la historia del partido anterior contra Cuba, terminando el tiempo ordinario con un empate 3-3 entre chapines y cubanos, lo que llevó a jugar 2 tiempos extras de 5 minutos cada uno, pero aún así no hubieron goles. Todo quedaba entonces para la ruleta de los penales, donde Guatemala pudo finalmente consagrarse como Campeón de fútbol sala de la Concacaf luego de que acertaran todos los tiros desde el punto penal y los cubanos fallaran uno de estos.
El jugador número 6 (la afición) se hizo presente en el Domo en todos los partidos y fue un factor muy importante para meterle presión a los equipos rivales.
Una felicitación muy grande para este grupo de 12 jugadores y para el equipo técnico conformado por guatemaltecos. Ésta es una muestra de lo que se puede lograr con esfuerzo y dedicación y un ejemplo no solo para el balón pie guatemalteco, sino para todo el deporte en general.
A disfrutar el momento ya que no es de todos los días que podemos decir que:
Comentarios